¿Cómo respiro?




 

¿Has observado seriamente alguna vez cómo respiras?  ¿Te has parado a identificar si respiras por la nariz o por la boca?

La mayoría de las personas respiramos más veces de las debidas a través de la boca y no somos conscientes de ello en absoluto.

Muchas veces bastaría con observar nuestra respiración para detectar las causas de ciertos problemas bastantes comunes como el insomnio, los ronquidos, el estrés, el asma, y ciertos problemas de garganta.

Supongo que habrás oído muchas veces lo de que respirar por la nariz hace de filtro, pero seguramente no has ido más allá del porqué de esta afirmación.

Es cierto que la nariz tiene la capacidad de calentar el aire antes de que llegue a nuestros pulmones. Entra por las fosas nasales y las glándulas mucosas, lo que ayuda a prevenir infecciones de las vías respiratorias y también ciertas alergias. El aire que respiramos es calentado, humedecido y filtrado por las narices para que llegue en las mejores condiciones a nuestros pulmones.

Cuando respiramos por la boca este proceso no se da. El aire entra a nuestros pulmones sin ser filtrado, calentado ni humedecido y luego pagamos las consecuencias sin saber porqué.

Pero es que aún hay más; Te has parado a pensar alguna vez porqué tenemos un tabique que separa nuestras narinas. ¿Serías capaz de identificar ahora mismo por cual de ellas fluye más aire? Esto también tiene una explicación muy interesante.

Cuando respiramos, el aire que inhalamos no entra por igual en los dos orificios nasales. Tenemos un ciclo nasal que va cambiando a lo largo del día, mas o menos cada cinco horas, también depende de las circunstancias de la persona.

Por un lado, entra un 75% mientras que por el otro entra un 25. Haz la prueba, pon el torso de tu mano bajo tu nariz mientras sueltas el aire y notarás la diferencia. También si eres buen observador puedes darte cuenta de que una narina está más abierta que la otra al inhalar.

Ahora viene lo divertido de esto.

En la nariz tenemos un tejido que se hincha y se deshincha haciendo que un lado de la nariz se congestione un poco mientras el otro está descongestionado. ¿Para qué hace esto? Te preguntarás. Pues se van turnando para descansar del continuo trabajo de limpieza del aire.

Vamos un poquito más lejos.

Cuando sentimos que el flujo de aire que respiramos es mayor por la narina derecha, significa que estamos activando y estimulando el sistema nervioso simpático dando la orden a la parte izquierda de nuestro cerebro que esta asociada con los estados de alerta aumentando nuestra frecuencia cardiaca. Cuando esta narina esta mas abierta solemos estar también más activos.

Pasado un tiempo, esta narina parece que recibe menos flujo de aire, se pone en modo reposo y entonces empieza a despejarse la izquierda, estimulando el sistema nervioso parasimpático que da la orden a la parte derecha del cerebro para que baje las pulsaciones. Solemos sentir esta narina mas abierta ante estados de relajación y bienestar.

Interesante verdad. Todo esto está ya comprobado científicamente y también está demostrado que a través de respiraciones conscientes como las que utilizamos en clases de yoga o meditación se pueden llegar a equilibrar, pero eso lo dejo para otra entrada.

  

Naturaleza



Conectar con la naturaleza unos minutos mientras atraviesas un parque urbano y respirar con gratitud, te ayuda a encarar tu día y te acerca a lo más sagrado. *Pura vida*


Si en medio del bullicio diario eres capaz de aminorar tu paso y dejar esperimentar a tus sentidos, verás el regalo que es estar vivo.




El propósito de la escritura manual

 

El acto de escribir a mano lleva a nuestra mente al momento presente como ninguna otra cosa a nivel neurológico. Se vive como un acto de meditación.

Te ayuda a ordenar tu presente examinando tu pasado y diseñando tu futuro. En el mismo momento en el que apoyamos el bolígrafo sobre el papel estamos trazando una línea recta que une mente y corazón. Hay muy pocas herramientas que te hagan llegar tan rápido al centro de tu mundo interior y que interpreten tan bien tu mundo exterior.

Pensamiento y sentimiento se unen en el trazo de cada línea para despertar al maestro interno

La escritura manual nos hace generar una pausa y nos hace fijar experiencias que nos ayudan a descargar nuestra mente o a enfocar nuestras prioridades. Así es como definimos quienes somos y en qué creemos.

Los pensamientos son la fuente de nuestros objetivos y esperanzas, de nuestros sueños y anhelos, de nuestros miedos... y por supuesto de nuestras acciones. Sacar todos estos pensamientos y plasmarlos en un papel nos trae al momento presente, pone conciencia a nuestro ser para poder ser dueños de nuestros actos pudiendo entender nuestra naturaleza cambiante.

Crear el hábito de la escritura nos hace reunirnos con nosotros mismos y plantearnos pequeños porqués.  

Y cuando pasado el tiempo relees lo escrito te das cuenta que ya no eres la misma persona que al principio. Que tu confianza y seguridad ha aumentado porque ahora, ves dirección en tus actos, sabes quién eres y hacia dónde vas. Y ese es un gran propósito. No importa el momento de la salida, ni siquiera importa la llegada. Lo verdaderamente importante, es lo que te ofrece el camino.