Finales y principios

 


Cada vez que se acaba un proyecto o culmina una etapa queda un poso agridulce, un revuelto de sentimientos encontrados donde se entremezcla la alegría del trabajo hecho con entrega y la tristeza que supone separarse de aquello que te ha ido acompañando durante tanto tiempo.

A veces surgen dudas de si podrías haberlo hecho mejor, entregarte mas,..
Pero se disipan cuando te das cuenta de que diste lo mejor de ti en cada acción.

Y es entonces cuando realmente vuelven las mariposas al estómago y tu cabeza empieza a ponerse en marcha de nuevo ilusionándose por lo que esta por venir.

La confianza vuelve a ser tu compañera para ayudarte a crear una nueva forma de hacer, un nuevo proyecto que retar. 

La máquina de la ilusión  acaba de ponerse en marcha

Habrá nuevos principios y habrá otros finales.

Y me pregunto; ¿Qué es sino la vida?
Todos los días tomamos decisiones con principios y finales y nos embarcamos en nuevas aventuras a cada paso que damos, en cada acción o reacción en la que entramos.  Y es que el juego de la vida nos invita a participar fluyendo con ella sin resistencia pero con seguridad. Sin lucha pero con amor
Y a mi, me gusta jugar y me encanta vivir.
¿Y a ti?


FELIZ FINAL DE PRIMAVERA
FELIZ PRINCIPIO DE VERANO






El viaje de Alma


 

      

Alma vivía feliz en su mundo perfecto. Cierto día la invitaron a visitar un parque donde le aseguraron viviría increíbles experiencias, así que, aceptó intrigada por lo que allí encontraría, pues no recordaba haber estado en ninguno antes.

Cuando llegó al lugar le sorprendió que para poder entrar y disfrutarlo tenía que ponerse un traje especial, igual que cuando buceas y te hacen ponerte el neopreno para que el cuerpo aguante las altas temperaturas.

Así que se acercó a la taquilla dónde los entregaban. Allí había una persona que le sonrió amablemente y llamándola por su nombre le entregó el traje que había de ponerse durante todo el tiempo que permaneciera allí.

Lo primero que llamó su atención fue que esta persona parecía conocerle de otras veces.

-qué raro pensó, si yo nunca he estado aquí... Pero bueno, podía haberle confundido con alguien conocido.

Cuando fue a ponerse el traje no le gustó mucho. "Ya me podían haber dado otro más bonito”, se dijo,- porque este parece tener algunas imperfecciones. Pero bueno, me valdrá igualmente para disfrutar del este lugar.

Así que se lo enfundó deseosa de empezar la experiencia. Sentía que el traje le oprimía por todas partes y dificultaba sus movimientos, aun así, acepto el reto y se dispuso a vivir la experiencia.

Conforme caminaba por el lugar, notaba que el traje se iba adaptando a ella de manera que apenas notaba el llevarlo puesto. Echó un vistazo rápido al lugar pensando a donde iría primero, todo llamaba su atención. Había una montaña rusa, una casa del terror, un parque de flores gigantes, un laberinto. Había tanto para experimentar.

Iba a estar bastante tiempo aquí, así que, iría poco a poco saboreando cada atracción.

Con el paso del tiempo, Alma se fue acostumbrando tanto al sitio que llegado un momento, perdió la conciencia de donde estaba y en vez de disfrutar y elegir cuidadosamente donde entraba, se embarcaba en atracciones que a veces le hacían pasarlo mal.

Así pasaron las horas, los días, los años...Alma conoció a gente maravillosa, otra no tanto. Disfruto de algunas atracciones con plena conciencia y otras las sufrió olvidando donde estaba.

                                                           …………………

Y llegó el día dónde se agotó el consumo de su estancia. Debía abandonar el parque. Así que se fue aproximando a la salida lenta y torpemente.

Empezó a sentirse extraña, se había integrado tanto en el lugar que olvidó a donde tenía que regresar, de donde venia.

En el camino de salida se fue encontrando con más personas que debían abandonar también el parque y observo que algunos trajes estaban destrozados. -Vaya, ese sí que ha disfrutado la experiencia, pensó. Otros lo llevaban casi intactos, con lo cual no se habían atrevido a montar en muchos de los sitios. Se notaba por el aspecto de los trajes quién había exprimido la experiencia y quien había pasado de puntillas por el lugar.

Se miró en el reflejo de un escaparate y viendo su aspecto se dijo, -“ bueno, no está mal. Pero la próxima vez que venga pienso desgastarlo todo lo que pueda. Aunque habrá ciertos lugares como la casa del terror que mejor no entro, porque lo pasé francamente mal. Y por supuesto entraré a muchos más sitios que por miedo o duda no me atreví a probar. Ahora me arrepiento, pero bueno, tengo el presentimiento de que volveré”.

Alma siguió caminando hacia la salida envuelta en sus pensamientos…

Por un lado, le daba pena dejar ese traje que le había acompañado en tantas aventuras, pero por otro había una fuerza extraña que la empujaba a desear quitárselo y empezó a sentir que de nuevo le oprimía dificultando mucho sus movimientos.

Cuando llegó a la taquilla para devolver el traje, la persona amable que le saludó al principio seguía allí. –“Vaya Alma, por el aspecto de tu traje esta vez parece que has disfrutado un poquito más que la última”...

Alma estaba un poco aturdida, no entendía, pero conforme se acercaba al vestuario a deshacerse de ese traje que cada vez le oprimía más. Conforme se iba deshaciendo del traje que le acompañó todo este tiempo, empezó a recordar….

                                                                  ………

Alma, sonrió agradecida por la oportunidad. Ahora recordaba quién era. Quizá debió haberlo hecho antes porque habría sufrido menos, disfrutado más.

De haber recordado antes quien era, habría elegido mejor, llorado menos.

De haber sabido quien era, habría sonreído más, abrazado más, gritado más fuerte.

Alma se dio cuenta al fin que ella era, Alma...Infinita, poderosa, todo amor...Alma se sonrió a sí misma, entrego su traje y recordó a Presencia que le seguía sonriendo desde la ventanilla de entrada. – “Ahora si me recuerdas eh”, le dijo, mientras observaba a Alma alejarse feliz hacia su verdadero hogar.


¿Qué tal llevamos nuestra dieta mental?




En este mundo en el que tanto se habla de dietas para mantener nuestra salud, de ejercicios físicos para tener un cuerpo fuerte. Un mundo donde se promueve el ser productivo, tener nuestro tiempo ocupado con infinidad de actividades y además ser socialmente correcto, nos olvidamos de uno de los pilares más importantes y que nos ayudarán a sostener todo lo demás.

Tomamos nuestras decisiones de manera consciente, la mayoría de las veces, porque queremos sentirnos mejor y que nos vean bien.

Nos hacemos cargo de hacer ejercicio físico al menos tres veces a la semana, miramos el etiquetado de los productos que consumimos y procuramos que nuestra alimentación sea rica, variada y saludable. Nos abrimos socialmente a compartir con nuestro entorno cercano y procuramos ser amables con quien se cruza en nuestro camino. Hasta aquí todo es correcto.

Pero, que tal responderías si te pregunto ¿Cómo llevas tu dieta mental?, esa parte tan importante que nos ayuda a sostener el resto de decisiones de nuestra vida.

Estamos tan acostumbrados a pensar de una determinada manera guiados por nuestras creencias, hábitos y circunstancias que no se nos ocurre plantearnos que pueda haber otro modo.

La relación contigo mismo, es la relación mas importante que tendrás en esta vida, y normalmente tu mente te boicotea para que no te sientas válido, suficiente. Justifica comportamientos no del todo saludables y te machaca recordándote continuamente tus errores.

Qué tal si agendáramos este nuevo hábito de llevar una dieta mental y convirtiéramos en costumbre el hablarnos de manera amable con amor y respeto, como lo harías con alguien a quien admiras y quieres.

Todos nuestros estados mentales son el resultado nuestros pensamientos. Por qué no empezamos por observar que creencias nos limitan y empezamos a pensar en aquello que nos hará crecer, experimentar. Cuando tu dialogo interno se ponga en marcha, escucha atentamente lo que te dices y como te lo dices, eso te dará una pista de aquellos comportamientos que sería bueno cambiar. Y empieza a ejercitar un nuevo dialogo que te ayude a darte confianza, a empoderarte a motivarte.

Convertirnos en nuestros propios entrenadores mentales es todo un reto. Ser constantes en este nuevo diálogo hará que cojamos confianza en nosotros mismos. Toma la firme decisión de no dar espacio a la queja, la negatividad, los no se o los no puedo y empieza a entrenarte en el arte de amarte, de mimarte, de cuidarte, de hablarte con amor y respeto. Haz de tu diálogo interno un diálogo compasivo, busca el lado positivo de las cosas y sobre todo cree en ti.

Mantén tu espacio mental sano, libre de tóxicos de la misma manera que cuidas tu dieta y tu cuerpo físico.

Y confía en los resultados…lo que ves, lo que escuchas, la gente con la que te rodeas, todo tu entorno tomará una nueva perspectiva. La dieta mental habrá hecho su trabajo interno y todo tu ser estará en coherencia.


 

DIARIO DE EMOCIONES

 

¿Porque escribir un diario de emociones?

 


 

Tener la capacidad de reconocer, entender y gestionar nuestras emociones, es una de las herramientas mas efectivas que hay para ayudarnos en nuestra salud física, mental y espiritual y una técnica sencilla y barata además de intima, es escribir todos los días en nuestro diario.

Al principio puede resultar incómodo sobre todo si nunca antes has escrito un diario, pero te aseguro que si persistes en el intento los beneficios serán visibles para ti muy pronto.

Crear un espacio donde poder plasmar nuestros altibajos, nuestros miedos y alegrías, nuestros sueños y frustraciones. Un lugar de encuentro con nuestro yo más cercano. Un testigo silencioso donde sin mascaras escuchar la voz de nuestro corazón. Se convertirá en un lugar de autoconocimiento.

Tus actos y tus decisiones serán mas conscientes, liberaras tensiones, podrás analizar tus conflictos ayudándote así a ser más resolutivo.

Si no sabes por dónde empezar, aquí te dejo unas pequeñas pautas y posibles preguntas que puedes hacerte cuando tus bloqueos te impidan escribir.                                             

Primero de todo; toma la decisión firme de querer hacerlo. Luego paséate sin prisas por una papelería y elige una libreta o cuaderno que llame tu atención, así como un bolígrafo. Ambas cosas serán única y exclusivamente para esto.

 

 


Segundo: elige un horario que te sea cómodo, puede ser a primera hora de la mañana o antes de acostarte. Decide tu el que te sea más sencillo de cumplir, pero hazte el firme propósito de escribir todos los días, aunque sea una página.

Se lo más honesto y sincero posible con tus sentimientos. Al principio te costará, tu mente te saboteará, pero ya verás como poco a poco te vas soltando. Recuerda, ni lo va a leer nadie, ni nadie te va juzgar, salvo tu mismo. Y eso, también deberías escribirlo si así ocurriera.

Escribir un diario de emociones fomenta nuestra autorreflexión y la autoaceptación y, en consecuencia, también nos hace darnos cuenta de las emociones de los demás volviéndonos mucho más asertivos.

¿te parecen buenos argumentos?

Si te has decidido a intentarlo enhorabuena, estoy segura de que no te arrepentirás. Lo notarás tu y se verá reflejado en tu entorno.

 

Aquí te dejo algunas preguntas recurrentes que puedes hacerte para comenzar o para cuando aparezcan esos bloqueos

-¿Cómo me siento en estos momentos?

-¿Qué cosa emocionante me ha pasado últimamente?

-¿Qué me haría ilusión vivir hoy?

- ¿me gusta la persona en la que me he convertido?

- ¿hay algo en mi interior que me impida ser feliz?

- ¿Qué emoción negativa he experimentado últimamente? ¿Cómo me he sentido?

-mi día ideal sería….

-los desafíos que he superado son…

-mis fortalezas son…

-las personas que me rodean admiran de mi….

-las cosas que más me enfadan son….

-hoy he aprendido….

-hoy me siento agradecido por…

 

Bueno esta es una pequeña muestra de todo lo que podemos plasmar en nuestro diario de emociones, pero seguro que con el tiempo se te irán ocurriendo infinidad de argumentos con los que tomar consciencia de aquello que te mueve internamente o de aquello que hay que corregir o simplemente descargar en algún lugar para que no se quede en nosotros en forma de bloqueo que pueda generar enfermedad o malestar.

LA MAGIA DE UNA HOJA EN BLANCO

 

   
                                                       


Se mantuvo sentada con la pequeña caja entre las manos un tiempo impreciso mientras repasaba mentalmente todas y cada una de las palabras que contenían aquel papel arrugado y amarillento con algún que otro borrón que apenas dejaba leer entre líneas.


Cuánto había pasado desde que escribiera aquello, cinco años, quizá seis. No cabía duda de que su estado de ánimo en el momento de escribir esas líneas distaba mucho del que ahora afloraba en ella. Aun así, no podía entender cómo era posible que aquel pequeño manuscrito hubiese obrado la magia de convertir todos y cada uno de sus sueños y anhelos en una palpante realidad. 


Acarició aquella caja verde con pequeñas incrustaciones de flores secas y la abrió nuevamente. Con suma dulzura, cogió el arrugado papel a consecuencia de los varios dobleces al que había sido sometido y se dispuso a releer todos y cada uno de los deseos que tiempo atrás escribió sin una intención premeditada. Sencillamente le gustaba jugar a recrear su vida futura.


Cogió un lápiz carcomido que encontró en el interior de la caja y al lado de cada deseo, de cada situación cumplida, escribió “GRACIAS”.
Sonrió satisfecha y volvió a doblar la hoja respetando los pliegues del papel. Miró su desordenada mesa de trabajo y sacó un folio en blanco de una carpeta, mordió el lápiz y dejó perder la mirada por unos instantes para luego escribir; - “Me voy volviendo más ordenada cada día”, “-por fin conseguí el trabajo en la empresa XXX” …etc. Doblo cuidadosamente el folio y lo guardó en su pequeña caja verde con incrustaciones de flores secas.


Colocó su pequeño tesoro en la última repisa del viejo mueble y pensó si esta vez tardaría tanto en abrirla, si se olvidaría de ella por otros años. En realidad, no le importaba porque en el fondo de su corazón, sabía que sus sueños, sus anhelos, habían empezado a convertirse en realidad desde el mismo momento en que puso su intención en aquel papel en blanco.



¿Cómo te gustaría ser tratado?

 






Párate a pensar por unos momentos en esta frase que utilizamos a menudo; “trata a los demás como te gustaría ser tratado”

¿La aceptas cien por cien tal cual? ¿Estás segur@ de su verdad?

Dejemos a un lado lo de que debemos hacer el bien etc., etc. Eso lo tenemos más o menos claro, a mí no me gusta que me insulten por la calle por lo tanto no lo hago a los demás. Hasta aquí, más o menos pensamos todos o casi todos igual.

Pero yo pretendo ir un poco más lejos…

Verás, por ejemplo, a ti te gusta que tu pareja te traiga el desayuno a la cama y ésta muy gustosa, lo hace. Entonces como a ti te sabe tan bueno desayunar en la cama, das por hecho que a ella también le gusta, ¿me sigues?...

El siguiente fin de semana decides hacer tú lo mismo por ella (porque piensas que es lo mejor del mundo, y tú quieres lo mejor del mundo para tu pareja) Te levantas primero y amorosamente preparas un delicioso desayuno para llevárselo a la cama. Pero……lejos de disfrutarlo como lo harías tú, se levanta con la bandeja y se sienta en la cocina con el periódico. (Para tu pareja, ese es su momento de paz) y en el fondo lo sabes...  Aún así, no entiendes cómo no acepta tu gesto !!!con lo que a ti te gusta!!! Pero ella odia las migas rulando por las sabanas, siempre se le vuelca el café y además no le resulta cómodo leer el periódico con tanta cosa jugando al equilibrio.

¿Qué ocurre entonces? te enfadas porque sientes que no ha valorado tu acción y os enredáis en una discusión sin fin. Juras y perjuras que nunca más tratarás de complacerle. ¡¡¡Si tú la tratas exactamente como a ti te gusta ser tratada!!! ¿Qué ha ocurrido entonces?...

Y es que la mayoría de las veces, disfrazamos de amor algunos gestos que por ser tan nuestros creemos que también lo deben ser para quien comparte nuestra vida, y no hablo solo de parejas, sino de amigos, hijos, padres…

¿Sigues pensando que debes tratar a los demás como te gustaría ser tratad@?

O sería mejor para la salud de todos y en nombre del AMOR tratar a los demás (aquí sólo incluyo a las relaciones cercanas) como les gustaría a ellos ser tratados. Si a tu pareja le gusta desayunar en la cocina y con la prensa del día entre las manos, ¿no sería más generoso complacerla? No hay mayor prueba de amor que conocer lo que realmente quieren aquellos que nos rodean y dar a conocer sin ambigüedades lo que realmente nos gusta.

Yo sinceramente, creo que nos ahorraríamos más de una incomodidad.

Cómo te sientes


 Sentada en el banco de un parque y tras una distendida e intrascendente conversación la persona que te acompaña de repente te  pregunta cómo te sientes y eso marca la diferencia entre un cómo estás  vacío, sin capacidad de más respuestas que un bien impostado y una mirada que te ve al observarte.

Al instante, aparecen fragmentos de heridas olvidadas que vamos recomponiendo como si de un puzle se tratase. Y nos prestamos a jugar a este juego, libres de juicios y prejuicios.

 Observamos que en este espacio olvidado había ventanas que permanecían tapiadas y que comienzan a abrirse deseosas de ver la luz.

Una simple pregunta hecha con una intención sincera  marco la diferencia

Nos  permitió mirar de frente aquello que  entre capas permanecía escondido en lo más recóndito de nuestro inconsciente dando algo más de claridad a las sombras.

Ahora pienso en esos instantes y me atrevo poco a poco a abrir esos espacios antes cerrados a cal y canto para ir dejando que el aire fresco limpie mis memorias...  L C